Pues eso, no me he olvidado del Blog, simplemente me he dedicado a descansar, me he ido a un lugar de paz y tranquilidad, que a gusto.
Sin nada que hacer, ni ganas…
Unos días de descanso que no vienen mal a nadie, sobre todo si consigues descansar el cerebro, eso que nunca para, aliviar las preocupaciones y disminuir el cansancio.
El ritmo de vida que llevamos no es bueno, no nos ayuda a ser personas, nos oprime y nos acelera, para evitarlo se debe…
- Aprender a decir no, sin sentirse culpable.
- Planear tu día, pero dejar siempre un buen espacio para cualquier imprevisto.
- Concentrarte en apenas una tarea a la vez.
- Olvidarte de una vez por todas de que eres indispensable en su trabajo, su casa o su grupo habitual.
- Pedir ayuda siempre que sea necesario.
- Separar los problemas reales de los imaginarios.
- Descubrir el placer de cosas cotidianas como dormir, comer y pasear.
- Evitar envolverte en ansiedades y tensiones ajenas.
- Tu familia no eres tú, está junto a ti, compone tu mundo.
- Es necesario tener siempre a alguien en quien te puedas confiar y hablar abiertamente.
- No quieras saber si hablaron mal de ti, ni te atormentes con esa basura mental.
- La rigidez es buena en las piedras, pero no en los seres humanos.
- Una hora de inmenso placer sustituye horas de sueño perdido.
- No abandones a tus tres grandes e invaluables amigas. Intuición, Inocencia y Fe.
Uno de los mejores descansos son aquellas actividades que refrescan el hecho de que somos criaturas, nos distancian momentáneamente de lo material y nos reponen fuerzas.
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